Archivo de la categoría: TESTIMONIOS

Con cierta repugnancia iniciamos esta sección, porque en la práctica fácilmente confundimos los testimonios con las alabanzas a la persona que sirve de instrumento al Señor para hacernos llegar estas palabras de vida que son los mensajes. Y en realidad no hay nada en lo que recibe Isabel que no esté contenido en ese mensaje por excelencia que es la persona de Jesucristo y su reflejo en la Sagrada Escritura o Biblia. Pero si estamos agradecidos porque Dios nos habla en su Palabra, que es Jesucristo, y secundariamente su Palabra escrita contenida en la Biblia, no vamos a dejar de alabar a Dios si los mensajes del día 7 me han podido servir para ir a Dios, para levantarme de una caída, para tomar una decisión importante un día cualquiera de mi vida, para plantearme integrar en mi horario diario un tiempo más significativo de oración, para hacer un apostolado concreto desde mis pequeñas posibilidades u otras circunstancias.
Vamos a someternos a esta disciplina, que como tal nos contaría a unos y a otros. A los que tienen que seleccionar y a los dispuestos a colaborar, pero no siempre tan dispuestos a sujetarnos a unas normas que constriñen nuestra creatividad.
El testimonio no es una opinión sobre si los mensajes me gustan o no, si me parecen adecuados o no, por tal o cual causa o circunstancia. Solamente es un testimonio de que a mí me hicieron bien porque di un paso que nunca me había planteado, o porque se me había pasado por la mente muchas veces y nunca me había decidido y tal mensaje me dio el empujón que necesitaba. Puede que a muchos se nos ocurran mil reflexiones teóricas muy provechosas sobre los mensajes y su función providencial en la vida de la Iglesia que peregrina hoy en este mundo. Pero éste no es el lugar para publicar esas reflexiones tan positivas y adecuadas.
Gracias por vuestra oración y colaboración silenciosa, que sin duda serán mil veces más numerosas y valiosas que las que aquí figuren.
El sacerdote director espiritual de Isabel.

E-mail: elpastor.anfitrion@gmail.com

«DEN GRACIAS AL SEÑOR POR SU MISERICORDIA,
POR LAS MARAVILLAS QUE HACE CON LOS HOMBRES.
OFRÉZCANLE SACRIFICIOS DE ALABANZA,
Y CUENTEN CON ENTUSIASMO SUS ACCIONES.»
Sal 107, 21-22